Daf Pegaso Holandés
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Están muy molestos con Google porque no permite poner cero estrellas en las reseñas. Pero además viene algún simpático, y pidiendo poner una estrella, pone más, y eso ya los quita de sus casillas.
Al llegar a la nave ves todo cerrado y unas pantallas de reconocimiento facial, que te dicen que te acerques (todo muy al estilo de la tiranía global de control de humanos/ganado). Al lado hay un interfono, el cual puedes tocar y notas como descuelgan y oyes un murmullo de fondo, pero jamás se dirigen a ti.
Entonces en la valla ves un cartel con un número de teléfono al que te indica que debes llamar.
Si lo haces, te dirán que te abrirán una puerta.
Ya dentro ves una caseta, al estilo de esas que en algunos pueblos utilizan para guardar las gallinas, que te indica que mires para el suelo, para advertirte que si rompes (hay una rotura metálica considerable) la cabeza no es responsabilidad de la empresa. Cierto que según les ves la cara, te advierten de que es obligatorio el uso de casco. (Ellos no lo llevan porque ya conocen el lugar). Te hacen entrega de algo así como un "busca" gordote, que debes meter en el bolsillo (está prohibido rechazar tal gesto cortesía, pues "es un mecanismo de seguridad de la carretilla"). Debes subir a la cabina y tienes prohibido bajar, y el carretillero pasa cada vez frente a la cabina muy despacito, mientras el infermal objeto de que te han hecho obsequio , parece más bien un vibrador de hormigón. Frente a ti disfrutas de la imagen de un artilugio que, aunque no esté relacionado, te recuerda al lejano oeste.
El chico del almacén es muy agradable